viernes, 12 de febrero de 2010

Evolución humana sin consumo de carnes.

Actualmente el mundo entero relaciona al vegetariano con la espiritualidad. Algo sucede cuando la persona comienza a sanar, abre espacios a la luz, a su propia verdad y belleza, ya no necesita los viejos paradigmas y condicionamientos porque a medida que practica medita y evoluciona se libera.
Al hacerlo, el llamado interno a cuidar de los otros, del planeta, de  todo lo que en él habita, surge el dejar las carnes, volviéndose mas sencillo para alimentarse natural y orgánicamente en muchos casos.
Es que el verdadero ser que practica su espiritualidad, no come carnes, no fuma, no se droga, no piensa ni siente negativamente hacia sus hermanos y hermanas, no está condicionado.
Nuestro sistema digestivo, a lo largo de la evolución humana y sus eras, ha cambiado. Antes en alguna época el humano necesitó de las carnes para la supervivencia, el sobrevivir como especie casi primitiva.  Mishuio Kushi en su obra " macrobiótica" cita la teoría de la evolución del hombre su crecimiento en todos los aspectos, y la variación de sus alimentos según la cultura y especie. De todas formas, a mayor espiritualidad, mayor cultura. El ser humano es el único ser de la naturaleza que combina tantos alimentos y su sistema digestivo es capaz de procesarlos, con mayor o menor beneficio para su salud. Hay una gran variedad de alimentos que los veganos o vegetarianos pueden ingerir y suplantar entre otros al hierro.
En nuestro caso, tomamos el concepto del NO consumo de carnes como la NO VIOLENCIA.
AHIMSA ( la no violencia en sánscrito) es un modo de vivir en armonía con la naturaleza.
La misma es primeramente una autotransformación, una alquimia hacia nosotros mismos, un trabajo diario de conciencia pura y amor infinitos. Práctica, constancia, paciencia y perseverancia. La práctica de la no violencia es en todos los niveles del Ser, tanto físicas como sociales, culturales, internas,mentales y divinas.
Y, llegamos a un punto de partida en donde nos replanteamos que comemos. Sin llegar a forzar ninguna situación en nosotros y en los otros, es un estado de conciencia, forzar algo sería Violento.

Para los que aún comen carnes, cuando se presente en su mesa nuevamente esa posibilidad de ingerirlas, seguramente comiencen a percibir la violencia que se desarrolló para que ese alimento llegue hasta allí.
Desafíos de la vida, en donde está nuestra conciencia? es una verdadera prueba, la posibilidad absoluta de poder cambiar "algo" que modificará mucho.Y prestar atención a la pasividad-agresiva...a veces la violencia se presenta de maneras muy solapadas, como el desinterés, la indiferencia, el desprecio, el juicio, la falta de amor, la falta de respeto, la intolerancia...El amor es la energía que surge cuando realmente se aspira a crecer como persona.
Para los que estén en camino, les ofrecemos una posibilidad, en un encuentro taller que se brindará el 27 de Febrero a las 13.00 hs hasta las 19.00 hs en donde podrán aprender sobre Alimentación orgánica, pránica, sostenible y saludable. Sobre vegetarianismo, veganismo, Ayurveda , y como acompañar el crecimiento interior con Yoga, Rasayana, meditación etc.

Los esperamos, entregamos manuales. Venir con ropa cómoda y clara.
Mas info: albabarragan@barragan-puente.com
Namasté
Alba.

miércoles, 10 de febrero de 2010

El viaje hacia uno.

Preparé la mochila...poco peso, mi Maestro Sathya Sai Baba me enseñó a viajar liviano, así que pocas cosas decidí llevar. Sin maquillajes, cremas, ni un vestuario...partimos.
Sentía cosquillitas en la panza como cuando era niña y mi padre nos llevaba a la playa. Los preparativos, el viaje y las ganas de llegar al mar. Siempre fué igual, vaya a donde vaya, el mar, el río, el agua fueron parte de mi vida, por eso aquí en la capital, con tanto cemento, me resulta dificil permanecer.
Viajamos en barco unas tres horas, ya el aire era diferente, quiero decir, se podía respirar el aire todo. Llegamos y cuando ingresé en el lugar comenzó un viaje hacia mis adentros, un viaje que mareaba todo el tiempo, un viaje selvático, lleno de bichos que nunca había visto, repleto de olores que nunca había sentido, inmensamente colmado de sonidos trascendentales como el del agua del río moviendose con la brisa, el de las diferentes clases de aves saludándome constantemente, el sonido de la llovizna, el sonido de las hojas de los árboles moviéndose con el viento. Aprendí con el tiempo que alli estuve, a cerrar los ojos y reconocer de donde venía el viento según el sonido de las hojas que se movían...Reconocí también que hora era por el movimiento del sol. Supe a que hora internarme en la selva sin ser comida viva por los mosquitos!!! y de que manera puedes vestirte para que las vivoritas y demás bichos no te confundan con un animal...Mucho, mucho re-cordé en esta travesía. Sentirte uno con la selva es algo muy poderoso para el alma. Cuando pinto un cuadro por ejemplo, trato de sentir que sucede en ese lugar, que me dice, que vibro con ello, ahora además puedo vibrar con todo esto que es ser parte de la tierra.
Les quería contar esta parte de mi viaje porque cuando uno descubre y recuerda que es parte de la tierra, que es uno con la flora y la fauna y que hay tanto que cuidar y proteger en el planeta, tanta maravilla, tanta sabiduría, todo es tan perfecto en la naturaleza, que todos los problemas de la mente humana, los abusos de poder, las preocupaciones, las enfermedades del miedo y demás, se sanan cuando uno despierta y se empodera. Sé que empoderarse rindiendose a la sencillez, apartandose de los apegos y uniéndose a la naturaleza, es sin duda abandonar definitivamente el miedo. Conviví en mi cabañita selvática con muchos insectos, algunos no me agradaron como ser el caso de las arañas a las cuales temía...pero con los días pude observar el trabajo que hacían, solo observar, no metí mi nariz en medio, no saqué, no maté, lo mismo con las abejas, las hormigas, los mangangá, y tantos otros que no se como se llaman. Yo era la visitante y debía portarme bien...ellos me estaban observando, ellos sienten también.
Así que así andaba, salvajemente por allí, vislumbrando una gran reserva de flora y fauna que es sin duda el medioambiente que debemos seguir cuidando, porque eso somos, de allí vienen nuestros antepasados.
Alli vivía mi padre, y pude entender tanto de su vida...como se vivía sin agua caliente, sin televisión, sin casa, sin teléfono...Mis hijos y mi esposo estaban muy relajados, mi niña Flor, que temía a los bichos pudo hacerse amiga, se pasaba horas mirando el movimiento del río, y le preguntábamos si estaba bien, y nos contestaba: -Estoy reapirando la paz,  estoy grabando cada segundo en mi corazón- o decía...-Simplemente estoy-. Sin duda la familia fué mas unida con este viaje porque la cominicación fluyó naturalmente sin la interrupción de la aparatología eléctrica...que nos agrada a todos, claro, pero que a los niños los excluye de la realidad.
Cuanto de sobra tienen ahora las criaturas, cuanto tiempo desperdician metidos en sus aparatos eléctricos, cuanta pérdida del hermoso tiempo y la hermosa sabiduría. ..El viaje fué muy movilizante. Porque cuando entiendes, comprendes, no juzgas, tienes lo básico, no "necesitas"...la vida te ofrece todo.
Todo es  el autoconocimiento, el empoderamiento y la fé. Creo que a muchas personas podría llevar en una nueva travesía selvática, para que puedan aprender que no hace falta la parafernalia externa, que no necesitan necesitar...que lo básico es verdadero, que si dominas tus miedos tienes poder. Autocontrol, que si repiras aire puro, tu cuerpo mente y espíritu te lo agradecerán. Que si sabes amar la naturaleza estarás mas equilibrado. Y que si no arriesgas, no ganas. Que hay que ganar? La paz. La propia paz. La luz, la propia iluminación. En un libro que leí allí, decía: Iba caminando por una cuerda floja, debía mantener el equilibrio...entonces por el lado izquierdo se me acercó un ave negra...me dió miedo y la espanté con mis brazos los que tenia que tener quietos abiertos en cruz. Y me caí, perdí el equilibrio, por suerte me sujete de la cuerda, volví a enderezarme, y se acercó una hermosa ave blanco platinada por mi derecha...quise tomarla, acariciarla,...pero volví a caer...nuevamente tuve que lidiar con la cuerda para ponerme en equilibrio. Esta historia se refiere a que tanto con lo negativo como con lo positivo, uno puede perder el equilibrio facilmente, con lo negativo que queremos espantar de nuestras vidas, y hacia lo positivo de lo que queremos aferrarnos, todo extremo conlleva a una pérdida de equilibrio. Es un extracto de una de las tantas enseñanzas de mi Maestro Sai Baba.
Bueno, les dejo mis cálidos abrazos salvajes pero llenos de amor!!!
Alba.

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